"Guatemala ha sido históricamente un país prudente, responsable y moderado en el manejo de su política exterior. Seguramente frente a un cuadro en el que vecindario se agita, interesa y conviene a los Estados Unidos asegurar que esto continúe así. No vaya a ser que el barrio termine de “emproblemarse”."
Se ha anunciado una visita del Vicepresidente Pence a Guatemala. Es interesante ver como la política exterior de los Estados Unidos ha puesto cada vez más énfasis en la situación de Guatemala y el papel que esta pueda jugar en el entorno geopolítico de su vecindad del sur. Si hacemos un rápido conteo a la presencia de altos funcionarios de la administración americana en Guatemala es difícil, si no imposible, encontrar en la historia del país y en tan corto tiempo la presencia y visita de dos vicepresidentes en ejercicio, una embajadora ante Naciones Unidas, el encargado de la seguridad territorial americana y un importante número legisladores. Eso tiene mensaje.
Digo “barrio emproblemado” porque un simple vistazo a los países de zona meridional del continente pone una nota de alarma al coloso del norte. Veamos. Se aproximan elecciones en México, su socio y vecino. Para nadie es un secreto que la candidatura de Lopez Obrador y su primer lugar en las encuestas tiene muy incómodo a tomadores de decisiones tanto en la Unión Americana como en aquellos países al sur de frontera mexicana. Qué implicaciones puede esto tener para un gobierno que ha sido tan abiertamente crítico de la migración es lo que está por verse. El otro país custodio de la región central del continente, Colombia también ha pasado por no pocos aprietos. Una elección en la que un candidato anti sistema ha tenido una votación significativa abre dudas sobre el futuro político de Colombia en el mediano plazo.
Pero aparte de estos dos pilares o columnas regionales, también Centroamerica presenta sus propios retos. Nicaragua está en un proceso de combustión política que puede llevar al fin del poder al omnipresente Daniel Ortega. Ese modelo de cohabitación no va más. En el caso de Honduras y Costa Rica acaban de pasar por procesos electorales, el primero muy cuestionado y discutido en cuanto a su transparencia y en el caso del segundo uno en el que los costarricenses sintieron que se discutía no proyectos políticos sino el modelo de vida y sociedad en su país. Es decir en ambos casos y por razones diferentes estuvimos en el filo de la navaja. Y finalmente en el caso de Guatemala, todavía vivimos las reverberaciones sísmicas del movimiento del 2015 y las consecuencias jurídico políticas que de éste se desprenden.
¿Qué se puede colegir de tan importante visita del Vicepresidente Pence a Guatemala? Sin duda hay que tomar primero la palabra al mismo Pence. Un esfuerzo de apoyo humanitario por la reciente catástrofe del volcán de Fuego. Él mismo ha calificado a Guatemala de país amigo. Su presencia aquí refuerza esa tesis. Sin embargo sería muy corto de miras si se piensa que únicamente venga apoyo humanitario en el portafolio del Vicepresidente. Seguramente vendrá también una serie de solicitudes al más alto nivel para reiterar los mensajes que la administración Trump ha ya enviado desde hace meses. Para ello no hace más falta que recoger los comentarios del Embajador Arreaga a los medios de comunicación locales hace algunas semanas, en las que con absoluta claridad manifestó que está en el mejor interés del pueblo y gobierno americano que las cosas en este país amigo encuentren estabilidad. Esto puede que no guste mucho a algunos que siguen en el oficio de producir bajo la bandera de un “catarismo purista” (que por cierto están lejos de practicar) caos o zozobra política para empujar cambios no previstos en nuestro ordenamiento político. Pero al entendido por señas. Es mejor permitir que las cosas encuentren su nivel que seguir en la adrenalina del juego de las sillas musicales que algunos practican en el afán de conseguir ser el último en sentarse.
Guatemala ha sido históricamente un país prudente, responsable y moderado en el manejo de su política exterior. Seguramente frente a un cuadro en el que vecindario se agita, interesa y conviene a los Estados Unidos asegurar que esto continúe así. No vaya a ser que el barrio termine de “emproblemarse”.
Comments