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Rigoletto

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Acto I

Preludio
En dos minutos que dura el Preludio, Verdi nos presenta primero el tema de la maldición, caracterizado por acordes sucesivos en los instrumentos de viento metal, que cada vez suenan más fuerte. Recuérdalo, pues reaparecerá varias veces durante la opera cuando se aluda a la maldición. Luego, en un giro dramático, los violines presentan una música quejosa y lastimera, en la que casi se puede oír a un padre suplicar por la vida de su hija. Concluye el Preludio con los acordes iniciales.

Questa o Quella
Después de escuchar una sucesión de danzas, entre las que se incluye una Perigourdina, danza de la corte francesa, escuchamos al Duque hacer su frívola profesión de fe respecto de las mujeres: igual da ésta que aquella. Pon atención a como la música inicia con una especie de trote, que nos retrata las usuales cabalgatas del Duque en sus dominios.

Conversación entre Rigoletto y Sparafucile.
Esta escena tiene varios puntos de interés. Escuchemos como Verdi nos retrata desde los primeros momentos, con cuerdas graves, la oscuridad de la noche. Por cierto Sparafucile se confiesa de nacimiento Borgoñón, lo que delata el origen francés de la obra que dio vida a esta ópera.

Cuando Sparafucile se despide, óyelo cantar una de las notas más bajas que se hayan compuesto en la historia de la opera. Por último, en el famoso Pari Siamo! donde Rigoletto se compara con el sicario, síguele la pista a los violines: primero en staccato, luego con temblor en las cuerdas o trémolo y después con pellizcados o pizzicato. Como último toque de maestría, oye como Verdi hace sonar la flauta, cuando la imagen de Gilda cruza el pensamiento de Rigoletto.

Caro Nome.
Luego de una prolongada despedida, de más 40 adioses con su enamorado, Gilda canta sobre su amor oculto, ejecutando la pieza más representativa del bel canto de esta ópera. Trinos así como notas extremadamente altas y sostenidas son ocasión de lucimiento para cualquier soprano lírica.

Zitti zitti. El secuestro de Gilda.
Con un estilo silábico de cantar, típico de la manera en que las operas románticas representan la actividad conspirativa de los personajes, los cortesanos secuestran a Gilda. Nota como con un golpe de cuerdas que se escucha dos veces, la música nos evoca al viento que sopla, frío y violento, fuera de la casa de Rigoletto.

Luego de que Rigoletto cae en cuenta que él mismo ha colaborado con la abducción, las cuerdas inician una música rápida y cada vez más sonora, simbolizando magistralmente el pulso acelerado del corazón de quien ha descubierto la trampa en que ha caído.

Acto II

Escena en palacio.
Una sucesión de acontecimientos dignos de comentar. La primera intervención del duque ha hecho derramar ríos de tinta a los musicólogos: es el Duque sincero? O finge su ansiedad? Para muchos, depende del carácter que le imprima el tenor de turno.

La llegada de Rigoletto marca un antes y un después en la opera. De un bufón sarcástico y repugnante tendremos ahora a un padre acorralado y desesperado. La música se encarga de ello. No podemos sentir más que compasión por Rigoletto cuando con su la-ra la-ra pretende sondear a la corte por el paradero de su hija. O la forma en que, abriéndonos su corazón por un momento, descarga todo su resentimiento contra los cortesanos, para luego terminar suplicándoles.

Acto III

La donna e mobile
Pieza icónica del repertorio de la ópera. Esta melodía estilo napolitano, dibuja muy bien la actitud del Duque, fugaz y socarrona. Se cuenta que Verdi, sabiendo el éxito que tenía entre manos, no quiso entregar la partitura durante los ensayos sino hasta el día anterior al estreno. Cuál no sería la sorpresa que cuando Verdi se dirigía al Teatro para presenciar la gala inaugural, escuchó ya a los vendedores ambulantes del mercado silbar la tonadilla!

Bella figlia dell'amore
El cuarteto más famoso del mundo de la ópera. Verdi le asignó a cada personaje un instrumento y un modo de cantar diferentes. Aun cuando llegan a cantar al mismo tiempo, no comparten ni letra ni música sugiriéndonos que cada quien está en lo suyo. Víctor Hugo al escuchar por primera vez el cuarteto rindió homenaje a Verdi por haber logrado que 4 personas intervengan al mismo tiempo, sonando tan bien y en perfecta armonía

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