Es una antigua tradición popular hablar de las famosas “cabañuelas”. Según este concepto, uno tiene la capacidad de predecir cómo será el clima de los doce meses del año, con tan solo ver cómo se comportan cada uno de los primeros doce días del año. A manera de ejemplo, según sea el clima el 2 de enero, así será en promedio el clima de febrero, que es el segundo mes del año. El 3 de enero nos indica cómo se comportará el tercer mes del año, es decir marzo, y así sucesivamente con cada uno de los meses del año. Es una creencia cuando menos ocurrente.
Pero como dicen que la política se parece mucho a la naturaleza, no me resisto a hacer unas comparaciones similares y a vaticinar mis propias “cabañuelas”. Casi podemos anticipar la temperatura política del país con tan solo ver el calendario de eventos que se aproximan. Guatemala es muy predecible porque muchos de los personajes y actores de la política nacional responden a formas de conducta totalmente programadas. ¿A qué me refiero? Veamos.
En el mes de abril se elige al nuevo fiscal general. Puedo vaticinar que veremos unos calurosos meses de febrero y marzo lleno de acusaciones, señalamientos y descalificaciones. Cada uno de los bandos querrá poner a su candidato para cobrarle la factura al otro. Poco importa que quede el mejor, lo que importa es que quede el propio. Igualmente en los lluviosos meses de julio y agosto es bueno sacar el paraguas porque la salida del actual PDH y la elección de su sucesor ocurrirán con truenos y relámpagos. Por último, mejor abrigarnos porque el viento y el frío político se dejaran sentir en octubre y noviembre ya que se elige contralor de cuentas. Cada partido político querrá tener al contralor de su gusto para que con los finiquitos se decida quien participa y quien no en las próximas elecciones.
No es necesario ser Urbano Madel para hacer tal pronóstico. Sin embargo a veces el clima cambia y las cabañuelas fallan. Ojalá esto ocurra y las mejores personas lleguen a esos puestos. Si esto es así, estoy seguro que como país tendremos mejores tiempos.
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